acompasada con su cuerpo
al paso de sus labios
por cada rincón
de mis caminos
dejando su saliva
el sello inevitable
del trazo enamorado
que su lengua apasionada
y lasciva dibuja sobre mí.
Quisiera
retenerte como lágrima,
escuchar tus pasos y mirar,
levantar todos los mares
tumbarme en la sal,
a tu lado.
Poder abarcar el mundo
de un soplo,
un pétalo dorado en las manos,
entremezclado con el olor
a tierra húmeda.
Conocer todos los caminos
lavarme en tus aguas
y
reconfortarme en el abrigo
de tus palabras.
© MaRía